lunes, 20 de octubre de 2008

Sirena

Soy una sirena. Está claro que yo antes no lo sabía pero un día me dí cuenta que yo estaba predestinada a ser una sirena. Claro que antes me gustaba andar con mis compañeras, ir a jugar con ellas, correr, pero eso era antes. Yo antes era una niña normal, o eso creía y una mañana descubrí que la vida que conocía antes había desaparecido. Me había transformado en una sirena pero no lo sabía.

Yo tarde varios años en saber lo que soy y tal vez por eso estaba siempre triste. No me apetecía nunca nada. No quería ver a las que eran mis amigas, no quería salir de casa y sólo quería llorar. Ahora entiendo a los peces que están en la pecera. Siempre me parecieron animales tristes que añoran la libertad y las aguas azules y por eso se mueren: por la tristeza que sienten.

Mis padres fueron los primeros en darse cuenta que yo ya no era una niña pero tampoco me podían ayudar porque ellos no eran capaces de ver que yo era una sirena. Hasta que un día me llevaron al mar y descubrieron a la sirena que había en mí. Yo nunca había visto el mar más que en fotos o en reportajes de la televisión, tal vez por eso me asusté en cuanto me vi en la playa.

Aun hoy no tengo palabras para describir esa primera sensación, aunque sé que yo había nacido para vivir allí. En cuanto mi cuerpo se encontró en el mar empecé a sentir que me transformaba, aunque no podía ver mis aletas sabía que estaban allí. Sumergí mi cabeza en el agua y cuando la saqué nuevamente para respirar toda la tristeza que sentía desapareció. Esos pequeños recuerdos de la niña que hubo una vez en mí se diluyeron entre el vaivén de las olas. Entonces observé que el los ojos de mis padres aparecían una lágrimas de felicidad. Me estaban viendo tal y como era.

Desde ese día nuestra vida cambió y el mar, o en su defecto la piscina, no paso un día sin ir al agua y mis amigas me acompañan para verme nadar. Todas están contentas de que yo sea una sirena e incluso alguna me dijo que quería ser como yo, por suerte no somos muchas o de lo contrario no seríamos tan especiales. Lo triste es que la gente no nos ve y pasa a nuestro lado sin darse cuenta que somos seres reales y que estamos a su alrededor.

Alguna vez, en mis sueños, recuerdo a aquella niña que había en mí. Una niña que iba siempre con sus padres saltando y jugando y que un día se olvidó de ponerse el cinturón. Cuando mi cuerpo aterrizó después de haber atravesado el cristal sentí morir mis piernas. Pero lo que pasó en verdad es que me había transformado en una sirena.

6 comentarios:

Yure dijo...

Hola,
Gracias por responder, aunque por favor no lo hagas en ese blog, la verdad es que no lo cree para mirar como se hacía y tal y ahora no se como borrarlo (soy un poco torpe), con respecto a lo de ensuciar el blog no se que quieres decir, explicamelo please.
Por último la inconcruencia es la siguiente, escribes esta frase "Despacio aparto los cartones que me servían de manta", los verbos no concuerdan, no están en el mimo tiempo verbal, creo que debería ser "Despacio aparto los cartones que me sirven de manta o despacio aparté los cartones que me servían de manta"... o eso creo yo, igualmente no le des mucha importancia, yo cada vez que releo un relato mio cambiaría mil cosas, porque no suenan bien, porque no están bien escritas, porque podría ser mejor...
Gracias por el comentario y de paso aprovecho para comentarte que si puedes te pases por el foro, he abierto una conversación por algo que me ha pasado (creo que me han pirateado el blog) y busco ayuda, si puedes miralo y si sabes alguna forma de saber que puede pasar me lo dices.

Muchísimas gracias por el comentario, me ha hecho mucha ilusión.

eclipse de luna dijo...

Sabes, me estremecio ese final..porque a veces tambien siento que soy una sirena, pero por mi adoracion por el mar.
Tus finales siempre conmueven o te dejan pensativo, por eso me gustan tanto tus historias.Nunca te dejan indiferente.
Un besito y una estrella.
Mar

Anónimo dijo...

Parecia que iba a ser un cuento romantico y soso pero el final ha sido excelente.
Enorabuena

Anónimo dijo...

Cuando acabé de leerlo quería llorar.
Es precioso.

La Turca y sus viajes dijo...

Hola!!!!!!!!!!!!

Ayer he entrado a tu blog desde 20minutos.es y me han gustado tus relatos y además te vote.........

Yo estoy en multimedia con el titulo Personas Comunes, te invito a mi blog, para que conozcas mi país ARGENTINA.

Un besote y abrazo de oso.

Julio Agustín dijo...

A yure: Creo que los tiempos verbales son correctos "Aparto", en presente, "los cartones que me servían de manta", (hasta ahora, esto es, pasado).

En cuanto a este relato, no podía ni imaginar el final. Me ha encantado el giro de una historia que parecía de sueño para devolvernos a la vigilia de golpe.
Creo que ésta será una de esas cosas que se te quedan grabadas en la cabeza.

A lo mejor la DGT (o a quíen corresponda) podría intentar concienciar con historias como ésta en lugar de con esos anuncios que generalmente no sirven para nada.

Un saludo.