
Noto como se levanta y se arregla mientras yo me hago la dormida. Intenta no hacer ruido pero pese a todo podría describir con exactitud que está haciendo. Cuando acaba se acerca a mí y con suavidad me besa en la frente. Se marcha despacio y cierra la puerta de la calle.
Agarro con fuerza la almohada y recuerdo los últimos instantes con él mientras huelo su rastro. De nuevo me estremezco con la imagen de él sobre mí. Me encantaría no tener que ir a trabajar y mientras me ducho deseo que llegue otra vez la noche.
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