jueves, 23 de abril de 2009

El jugador: Día 2

Nada más levantarme deseo volver a jugar. El día de ayer fue mejor de lo esperado y descansé a pierna suelta. La 2º misión es más complicada. Ahora todos están al tanto de la muerte de la mujer y tendré que andar con más cuidado. El siguiente objetivo se trata de otra mujer, creo que también tiene que ver con algo de espionaje. Ahora se trata de ir a la ciudad intentando evitar los retenes policiales que se han creado cerca del punto de partida. Aunque tengo a mi disposición varios vehículos lo mejor es optar por ir a pié.

En la casa origen tenía a mi disposición varias armas y elijo una Beretta con un silenciador. Su tamaño es apropiado para pasar inadvertida. Ando a través de un parque y nuevamente los detalles son sobrecogedores, niños jugando, niñeras, madres, multitud de posibles víctimas perfectamente diseñados. Hasta las voces tienen distintos tonos y acentos, nada de voces metálicas con frases repetitivas. Sigo mi camino y consigo evitar los retenes situados en la carretera. Sé que con esta decisión voy a tardar en llegar a mi destino pero me sirve para recrearme con los detalles más pequeños.

Una vez en la ciudad reina un caos humano, nada de perfectas filas de vehículos y los oportunos espacios entre la multitud. Bares, panaderías, tiendas de ropa… todo está perfecto hasta el mínimo detalle.

Una vez frente a la casa tengo dos opciones, o esperarla a que salga o subir a terminar con ella. Aunque la opción de esperarla es la idónea, la cantidad de gente que hay en la calle haría que reinase el caos y de lo que se trata de de pasar inadvertido y no tengo más que un cargador para poderme defender en el caso de que sea necesario. Con pesar opto por subir hasta la casa.

La puerta principal está cerrada. Timbro en el interfono y me sorprendo al escuchar una voz respondiéndome. Le digo que soy un correo comercial y me dice que no acepta publicidad. Timbro en otra vivienda y al repetir mi mensaje sin dudarlo me abre. Nuevamente me sorprendo de la IA del juego.

El nombre de la chica aparece en unos buzones oxidados y llenos de publicidad y correspondencia de leer que debieron de pertenecer a antiguos inquilinos. Según voy las escaleras sigue habiendo pequeños detalles que me demuestran la capacidad de los diseñadores: papeles de chiche, colillas, una cucaracha…. el sonido de mis pasos por el linóleo y las voces provenientes de algunas viviendas que demuestran que ahí vive alguien.

Cuando por fin me encuentro delante de su puerta llamo. Escucho el taconeo de sus zapatos al dirigirse hacia la entrada. Desenfundo, amartillo el arma y me preparo. La puerta se abre y cuando observo su cabeza no lo dudo. Alzo el brazo y le apunto mientras sus pupilas se contraen justo antes de disparar. Una lluvia de sesos y sangre sale despedida por la nuca mientras un grito se ahoga en su garganta. Sin que se llegue a caer la aguanto y dejo que se deslice al suelo sin hacer ruido. Miro hacia atrás y me aseguro de que nadie me haya visto. Perfecto. Arrastro el cuerpo hacia el interior y me marcho cerrando la puerta con cuidado.

Nuevamente en la calle siento como su pulso se acelera al ver una patrulla de policía circulando por delante del edificio. Sin permitir que haga nada lo encamino hacia casa. Una vez allí limpio y guardo la Beretta. He acabado la 2º misión.

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Cada vez me gusta más el placer que me ocasiona este juego. Casi sentí como la tapa de los sesos salía despedida y todo mi cuerpo está en tensión. Pero la partida aun no está acabada.

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