Su mano entra lentamente dentro de mí. Un dedo, dos… tres… con un ligero espasmo se los aprieto mientras gimo. Su boca recorre mi pecho mientras yo agarro con fuerza su cabeza. Quiero más, quiero todo…
Noto como se levanta y se arregla mientras yo me hago la dormida. Intenta no hacer ruido pero pese a todo podría describir con exactitud que está haciendo. Cuando acaba se acerca a mí y con suavidad me besa en la frente. Se marcha despacio y cierra la puerta de la calle.
Agarro con fuerza la almohada y recuerdo los últimos instantes con él mientras huelo su rastro. De nuevo me estremezco con la imagen de él sobre mí. Me encantaría no tener que ir a trabajar y mientras me ducho deseo que llegue otra vez la noche.
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